Debería dejarlo ahí. Es en lo que se resume la membresía.
Y no sólo por lo que la mejora al salir; por lo que potencia tu ingenio o por conseguir que tu comunicación refleje tu talento.
Es por lo que ocurre dentro.
Es la sala del alma y el tiempo de Dragon Ball.
Si no eres muy friki, te cuento: ahí entrenaban Vegeta y Goku para salir más fuertes. Un día en la Tierra, era un año allí dentro.
El tiempo no existe cuando te sientes vivo. Lo sé porque he pasado demasiados años muerto.
Con trabajos que odiaba, buscando el modo de escapar con formaciones coñazo para ser más viral, vender más, marketing, comunicación no verbal…
Y el contraste duele.
Cuando estudiaba en la Central de Cine me enorgullecían los poderes que iba adquiriendo.
Los usaba en mis citas contando historias que conmovieran o hicieran descojonarse a las chicas.
Con amigos para transportarnos a momentos inolvidables.
En mis entrevistas de trabajo para que mis vivencias pesaran más que cualquier currículum…
Y con mi web y mi canal de Youtube cuando decidí ser libre y no volver a trabajar para nadie.
Pero el fuego del ingenio, de la creatividad, de la pasión… se fue apagando con la vida adulta.
“Contar historias no sirve, búscate un trabajo estable”.
Me lo creí un tiempo. Pero la bestia interior tiene hambre y necesita alimento para el alma.
Y siempre preferí el orgullo a la estabilidad.
Sentirme realizado, orgulloso de quién soy y cómo lo cuento al mundo. Eso voy a enseñarte.
Y lo haremos de modo que sea divertido.
¿Cómo?
-Con ejercicios y juegos para mejorar las historias que cuentas y cómo las cuentas.
-Contarás cada semana (mínimo) una personal y otra aleatoria que te indique para salir de lo que conoces e improvisar.
-Con el ejercicio de “El purasangre enfocado”, “las balas de emoción”, “convénceme”, “mantenlos despiertos”… y todos los que has visto en los Juegos Prohibidos.
-Analizando qué falla y qué triunfa en tus historias y en las del resto. Para que pulas todo aquello que no ves aunque esté ahí.
PREGUNTAS POR SI AÚN DUDAS:
¿Me harán ganar más dinero? Ni idea. Empatizamos más con historias personales que con diapositivas y orígenes de empresas, pero si ese es tu objetivo principal, no te apuntes.
¿Me harán viral en redes? Mi amigo Saúl subió un vídeo de un borracho en el metro tocando palmas y ya va por 2 millones. Es decir, mierdas peores se han visto. Pero si ese es tu objetivo principal, no te apuntes.
¿Me harán ligar más? Sí. Mejor jugar a la pareja tóxica o la herida con alguien que acabas de conocer que contaros a qué os dedicáis o conversaciones cliché semejantes. Pero si ese es tu objetivo principal, ya sabes.
¿Cuál es mi objetivo principal? Me estimula, me hace sentir vivo y me da la capacidad de generar emociones y viajar a momentos que siempre serán eternos.
Aún en mi lecho de muerte, recordaré cada martes que salía deprimido de mi trabajo de teleoperador y volvía a ser libre en clase de interpretación.
Me sentía más ingenioso, más creativo, me sentía más yo que nunca.
Todas las vidas posibles cabían justo ahí, en ese momento y lugar. Las rupturas no podían herirme, la vergüenza no podía alcanzarme, era poderoso, era eterno. Era quien yo quisiera ser. Y era invencible. Joder, demasiado he tardado en crear esto.
A mí me costaron 9.000€ las clases de interpretación y las técnicas que te enseñaré. Y 4 años. Y otros 10 escribiendo novelas. Y algunos cursos de marketing y storytelling en los que me gasté más de 3.000€. A ti te costará, en menos tiempo y de forma mucho más divertida (y cómoda, hasta que lo hagamos presencial) 200€ al mes.